Elija el estilo de baño adecuado.
No todas las saunas son iguales: tiene muchas opciones para elegir.
Tomar una sauna es bienestar para el cuerpo y la mente y aumenta el bienestar físico y mental. La forma de tomar una sauna depende de usted, ya que hay muchas opciones. Quédese con la versión finlandesa clásica o amplíe su sauna hasta convertirla en una cabina multifuncional con un baño de vapor integrado y uno (o más) convertidores de infrarrojos.
La respiración también se beneficia del cambio de temperatura en la sauna. La temperatura corporal aumenta uno o dos grados al bañarse en una sauna, lo que hace que el cuerpo active sus células inmunitarias y que los vasos sanguíneos se dilaten. Esto mejora el suministro de sangre a las membranas mucosas y alivia los síntomas de enfermedades respiratorias.Alergias cejar. En general, el baño de sauna favorece la relajación de los músculos, incluidos los músculos respiratorios. Con la función de vapor FRESH FEELING podrás respirar profundamente y enriquecer el vapor con los aceites esenciales de tu elección. El infrarrojo es un calor profundo y relajante que alivia rápidamente la tensión, especialmente durante los 15 minutos intermedios, independientemente de la sauna clásica.
70-110°C
40-60°C
Hay muchos tipos diferentes de baño: la clásica sauna finlandesa, la sauna de vapor o la sauna de infrarrojos. Cada uno tiene que decidir por sí mismo qué tipo de sudoración prefiere. Pero una cosa es segura: cualquier forma de baño proporciona bienestar y favorece la salud.
sauna finlandesa
La sauna finlandesa original también se conoce como sauna clásica. El interior de la sauna alcanza una temperatura entre 70° y 110°. El cuerpo sólo puede soportar estas altas temperaturas gracias a la baja humedad del aire, de tan solo el 10%. Tomar una sauna en una sauna clásica tiene muchos efectos positivos en el cuerpo, como fortalecer el sistema inmunológico o relajar los músculos. Sin embargo, si padece enfermedades corporales como mala circulación, debe consultar a un médico con antelación.
Sensación de frescura (función vapor)
Cuando se utiliza la función de vapor, la temperatura del aire suele estar entre 45° y 55°C y, por lo tanto, es significativamente más baja. Sin embargo, la humedad aquí es del 50 al 60%, lo que aumenta significativamente la temperatura percibida. Esta forma de baño es especialmente adecuada para personas con problemas cardiovasculares y enfermedades respiratorias.
38-60°C
A diferencia de una sauna clásica, en una cabina de infrarrojos el aire no pasa principalmente a través de la sauna.No sólo se calienta el horno, sino que los rayos infrarrojos del convertidor de infrarrojos actúan directamente sobre la piel y se crea un calor profundo y relajante. Esto hace que las moléculas de agua vibren y estimula la circulación sanguínea, el metabolismo y el suministro de oxígeno.
Sólo toma un respiro
Para muchos principiantes en la sauna, el clima seco de la sauna no les resulta familiar y temen que les resulte más difícil respirar. Desde un punto de vista físico, esto no está tan mal, porque cuanto más caliente está el aire, menos oxígeno contiene. Sin embargo, esto no molesta a nuestro cuerpo porque cuando respiramos el aire por la nariz, este se enfría en la mucosa nasal. Para ello, el cuerpo tiene que producir más humedad, por lo que a menudo sentimos que nos gotea la nariz cuando sudamos. El mismo principio se aplica también a la respiración por la boca. Así que no tienes que tener miedo de respirar profundamente mientras estás en la sauna y vale la pena porque el aire caliente de la sauna entrena nuestros pulmones. Los pulmones son un órgano muy complejo que reacciona fuertemente a los estímulos externos.
Algunas personas padecen enfermedades que les dificultan la respiración. No es raro que el cuerpo tenga una reacción inmune crónica, que se acompaña de tos, dificultad para respirar o sensación de opresión en el pecho. La causa suele ser un calambre constante en los bronquios. Ir a la sauna puede ayudar a relajar los músculos.y así aliviar estos síntomas.